Getsu nos llevó en la limusina hasta algún lugar lejísimos. Tardamos horas y horas en llegar a un sitio que... parecía la nada.
Todo era blanco, sin ninguna señal de vida humana u animal, solo podían verse flotando cinco piedras de distintos colores.
-Cada una de esas piedras... -Getsu caminaba lentamente con la mirada perdida- es un portal a las distintas islas elementales. A cada uno os corresponde una.
Todos (excepto Nami, que tenia la mirada fija en Getsu) nos miramos.
De nuevo teníamos los uniformes, ya limpios, al igual que las armas.
Yuki miró a Takeru asustada y este le agarró la mano. Se abrazaron.
Yu me pasó el brazo por el hombro.
-No te preocupes- me susurró sonriendo- pasaremos la prueba.
Le miré y sonreí. Aunque en realidad estaba muy preocupado.
-Iréis uno a uno, cada entrenamiento durará veinte minutos aproximadamente. -Getsu me miró (o algo asi, no se le veían los ojos con el pelo...)- tú, toca la piedra verde.
-¿Y-yo?-Se me hizo un nudo en el estomago. Tendría que enfrentarme solo a algo que no conocía...
Getsu suspiró a modo de desprecio. Me acerqué a la piedra, miré atrás un momento para mirarles a todos, y seguí adelante.
Solo tuve que rozarla con el dedo índice para aparecer sin mas en otro lugar, un lugar... impresionante.
Podría decir que estaba en un cielo o algo así, pues todo eran nubes y mas nubes. Solo eso.
Caminaba sobre nubes rodeadas de una luz deslumbrante, y un viento muy fuerte me dificultaba caminar bien...
Y ¿dónde debía ir? miré a un lado y a otro. Nubes, solo nubes, nubes que podía atravesar y por las que podía caminar.
Seguí adelante contra el viento, y casi caigo. Tuve reflejos para retroceder hacia atrás antes de dar un paso adelante. Había un lago... verde.
Esto era una isla, no debía olvidarlo. Podía ver el agua entre el vapor de las nubes, brillaba muchísimo, sin duda era mágica.
Me senté allí mismo, en una nube al borde del lago, me daba miedo seguir avanzando...
empecé a sentir una sensación muy agradable, cómo el viento cubría cada poro de mi piel, y me sentía realmente bien.
Cerré los ojos y mi imaginación empezó a volar; un cielo, nubes, alas... estaba en un paraíso y no quería salir de allí.
¿En qué momento me quedé dormido? dormido, o atrapado en ese mundo imaginario. Pero no me importaba, estaba allí, y hasta que despertara, seguiría disfrutando.
Recuerdo que sentía el viento en mi cara y moviendo mi pelo, y flotaba por el cielo entre las nubes, sobre los edificios. Las personas eran insignificantes, podía contra todo, era superior al mundo.
Llegué a un lugar aun mas maravilloso, lleno de chicas en biquini con alas, ángeles preciosas que me daban la bienvenida a su mundo...
Pero empecé a asfixiarme, a notar como el aire se acababa. ¿Qué estaba ocurriendo?
ya no podía volar ¡estaba cayendo!
cada vez mas rápido, la potencia del aire incluso me hacía daño en la piel. Mi cuerpo pesaba demasiado, estaba cayéndome y sin aire.
''¡Despierta, Yakei! -Pensé desesperado- ¡estás soñando! ¡vuelve a la isla del viento! ''
Pero no podía. El aire se estaba apagando, y cada vez me acercaba mas al suelo.
Tenía que hacer algo, si no moriría. Aunque quizás... si moría en el sueño despertaba.
O eso... o moría también en la realidad.
No podía arriesgarme.
Intentaba pensar muy rápido, pero no se me ocurría nada. Me moví intentando frenar la velocidad, miré de un lado a otro, intenté no tomar más aire que empezaba a ser inexistente. Nada.
Seguía cayendo frenéticamente.
-''tengo que hacer algo, tengo que hacer algo...''
Entonces conseguí pensar con claridad. Esto podría tratarse de una prueba ¡seguro que podía utilizar mis poderes! Me percaté de que tenía la espada en mi vaina.
La agarré desesperado como pude, con cuidado de no dejarla caer.
Cerré los ojos con fuerza e intenté concentrarme...
-''Un hechizo que me permita flotar! ¡que no me deje caer! ¡por favor!''
La espada empezó a brillar y a emitir su luz verde elemental, mas potente de lo que la había visto nunca.
Sentí un hormigueo en el estómago, y como la magia se iba introduciendo en mi cuerpo. Cada segundo era mas poderoso.
La velocidad de caída descendió un poco, y recuperé algo de aire.
Por fin, el conjuro llegó a mi cabeza, que empezó a dolerme. Supuse que era porque necesitaba mas poder de lo habitual, hasta ahora apenas había hecho nada importante, solo atacar con conjuros patéticos.
-¡Rompe-Viento...!
De la espada surgió una potente luz que se reflejó en todo aquel paraíso. Giraba cambiando de tonalidad y cuando ahogó todas las nubes con su brillo, volvió a la espada. Esta se volvió muy pesada y me hizo volver a caer con rapidez.
-¡Sal!
La luz salió de nuevo de la espada convertida en una cuchilla de unos 20 metros de altura que pareció cortar las nubes y el viento a una velocidad sorprendente. Como si fuera un bumerán, volvió a la espada impulsándome hacia atrás.
Me pregunté que habría hecho ese ataque. Aparentemente nada, hasta que me di cuenta de que aún seguía en el aire, pero quieto, y podía respirar con normalidad. Estaba flotando sudando y con el corazón a mil por hora. Me dolía el pecho y terriblemente la cabeza.
-''Bueno y ahora.... debería despertar, ¿no? ''
Miré a mi al rededor. Ya no había ángeles, y si miraba para abajo, ya no podía ver personas ni edificios.
Me dí cuenta de que estaba en otro sitio, no era el mismo paraíso de antes. Aquí el aire era muy caliente, quizás demasiado, y ya no había apenas nubes. Era simplemente un cielo despejado.
Me sentía tranquilo allí, pero no podía moverme. Mi cuerpo no reaccionaba. Solo podía estar allí de pie flotando con la espada en la mano aun.
Esta tranquilidad no podía durar mucho más... tenía el presentimiento de que algo horrible estaba a punto de suceder.
De repente, aquel cielo empezó a temblar, como si fuera un terremoto...
Seguía sin poder moverme, me temblada todo el cuerpo y la cabeza cada vez me dolía mas.
-''¿Qué demonios ocurre ahora?''
Miré hacia arriba con la mirada (no podía mover la cabeza...)
y las vi.
eran aves... aves gigantes... aves...¿¡fénix?!
se dirigían hacia mi miles de ellas a una velocidad sorprendente. Nunca había sentido tanto miedo.
Impotente, intenté moverme, pero nada. Iban a matarme, a atravesarme... joder, estaba cagado.
No se me ocurrió otra cosa que chillar y pedir ayuda a gritos. Las aves se alteraron y aumentaron la velocidad.
Esto no podía estar pasando. Estaba a punto de llorar.
-''Ni siquiera se si esto forma parte de la prueba o simplemente estoy soñando profundamente. Si se trata de la prueba... dios, no la voy a pasar. Getsu va a acabar conmigo... ese cabrón...''
Se me pasó por un instante Nami por la cabeza. Recordé el momento en que se metió en mi cama y como la deseaba.
No quería morir... quería volver a verla... necesitaba saber que estaba buscando de mi...
Si pudiera tener un escudo...
De pronto sentí un doloroso y potente golpe. Todo mi cuerpo se revolvió por dentro. Uno de esos asquerosos bichos me había golpeado. Se giró y volvió a dirigirse a mi.
Empezaron a llegar a mi todos, no paraban de golpearme, cada vez mas fuerte, mas despiadados.
La boca me sabía a sangre, y creo que me habían roto mas de un hueso.
-''Solo un escudo... quiero un escudo... que los mantenga alejados... ¡por favor! ''
Uno de esos bichos me golpeó con fuerza y la espada se me cayó al vacío.
Dios no, esto no podía ser verdad, no. ¡La espada!
ya esta, estaba acabado, iba a morir. Se me pasaron mil imágenes por la cabeza.
-''¡¡Solo un escudo por favor!!''
Desde el vacío pude ver la luz verde de mi espada... ¡estaba reaccionando!
Sentí la fuerza de mi elemento sin la necesidad de tener la espada en la mano. Aunque mi cuerpo estaba casi hecho pedazos y los pajarracos no dejaban de golpearme, conseguí la fuerza suficiente para gritar el conjuro.
-¡Alas Protectoras! - Y de mi espalda surgió un calor muy agradable que se convirtió en unas enormes alas verdes. Las plumas estaban hechas de aire.
Solo tenía que desearlo para moverlas, cuando lo hice, me pude desplazar por primera vez.
Los pájaros seguían volando hacia mí, pero esta vez no conseguían mas que dañarse ellas.
Las alas tenían como un aura-escudo que emitía un potente aire a cualquier cuerpo extraño que se acercara a mi. Volé hacia algún lugar en ese infinito cielo con torpeza, moviéndome con brusquedad de un lado a otro, las alas eran demasiado pesadas. Cogí velocidad y me alejé de esos horribles bicharracos.
Mientras volaba, sentí como las plumas de mis alas se iban despegando de mi poco a poco hasta desaparecer todas. Empecé a caer de nuevo, cerré los ojos hasta tocar una superficie.
Era blandita y olía a dulce. Abrí los ojos.
Estaba en un... algodón de azúcar gigante, o algo así. Esta vez el cielo era rosa pastel y había golosinas por todos lados, como el paisaje de un cuento infantil... femenino.
-''Menudo sitio cursi...'' -observé todo. Podía moverme y respirar correctamente, y parecía todo casi real. -''¿Habré despertado...?''
Caminé observando como a mi paso un trocito de algodón se despegaba y echaba a volar lentamente.
-''¡Este sitio le encantaría a Yuki!'' -Correteé de un lado a otro, ahora me sentía bien. -''Quiero llegar hasta el final! ''
Corrí con velocidad sin rumbo, saltando y sonriendo. Todo a mi paso desprendía felicidad y tranquilidad.
Observé las piruletas, los caramelos y las muñecas de chocolate, y noté como cesaba el dolor de cabeza. Los huesos rotos ya no lo estaban, y me sentía mas vital y veloz que nunca.
-Yakei...
Escuché una voz femenina detrás mía. Ahora estaba aun mas feliz, había una chica para mi aquí, en mi sueño.
Me giré felizmente, allí estaba.. Mi Nami, vestida con un larguísimo vestido rosa lleno de lazos y encajes y una corona. ¡Era una princesa! ¡Mi princesa!
-¡Nami! ¿Qué haces aquí? -me acerqué corriendo a ella- ¡estás preciosa!
Nami miró al suelo ruborizada, volvió a mirarme y me extendió los brazos. ¡Quería que la abrazara!
Dios, esto si que era un sueño, y Nami había entrado en él... para estar conmigo.
Me acerqué a ella y la abracé, todo lo fuerte que pude. Sintiéndola pegada a mi... sus pechos, su cuerpo...
-Nami...
-Continuemos juntos... -Me agarró de la mano y se apartó el pelo dulcemente hacia atrás.
¿Podría haber estado mas feliz? (a parte de cachondo...) ahora lucharíamos juntos contra las pruebas...
Ella quería estar conmigo...
Espera, no, esto era demasiado surrealista... Las pruebas se pasaban por separado ¿no?
La observé bien... algo fallaba...
-Tú... no eres Nami.
Me miró.
-Yakei...
Agh, se me hizo el corazón pedazos. ¿y si era ella? Me miró tristemente.
La mano de ''Nami'' empezaba a apretar demasiado la mía. Me estaba haciendo daño, y cada vez más.
-P-para... - Pero ella... seguía mirándome asi.
-Tú... -Miró al suelo- ...tú....
Me soltó la mano, dio un paso hacia atrás e hizo aparecer el báculo en su mano.
-Tienes que morir.
No...otra vez no.
Sin que me diera cuenta, Nami estaba detrás mía. Golpeó el suelo con el báculo. Eso me sonaba...
eso fue... lo que hizo con Ayome.
Me aparté rápidamente, y en milésimas, un enorme trozo de hielo apareció en el lugar donde estaba.
-¡N-Nami,! ¿¡por qué me atacas!?
Dió otro golpe en el suelo, me alejé corriendo. Esta vez el trozo salió con mucha mas fuerza y era mas grande que el anterior.
Eché a correr desesperado. Ella me seguía lentamente dando golpes en el suelo con el báculo y creando a su paso trozos de hielo cada vez mas grandes que se iban acercando a mi.
-Yakei... - Se detuvo.
-¿¡Q-qué demonios quieres!?
-Si no lo hago... no pasaré la prueba.
se me paró el corazón. ¿Nami.. tenía que matarme... para no morir ella?
La miré, se me hizo un nudo en la garganta. Pensé... pensé como nunca. Puede que todo sea mentira... que esto solo sea una prueba pero... ¿y si es verdad? ¿Voy a dejar que la chica ... que quiero, muera?
Me acerqué lentamente a ella.
-Nami...- Nami me miró y se echó a llorar. Era superior a mis fuerzas.- H-hazlo, matame.
Nami me miró y me sonrió tristemente.
-Gracias... -Elevó el báculo y cerró los ojos.
-''Adiós...''
Entonces lo vi.
El báculo no tenía nuestro símbolo, el 13, como el verdadero de Nami... era..
¡la cruz! ¡el símbolo del bando de Kurogane!
Ademas... La verdadera Nami no muestra sus emociones tan fácilmente.
Nami dio un golpe contra el suelo con el báculo,tan rápido, que no me dio tiempo a reaccionar.
Un enorme trozo de hielo me atravesó el pecho. sentí el cuerpo frío, muerto. Los pies empezaron a congelarseme y el hielo fue subiendo lentamente por mi cuerpo.
Me estaba quemando la piel.
-¡Zorra! ¡Tú no eres Nami! -La miré con furia.
La chica me miró, y con un chasquido, la imagen de Nami desapareció. Era...
Sai, la niña pequeña que iba siempre con Kiseki.
-¡Nya! ¡Mi poder es el de copiar el poder y la imagen de quien quiera! -Gritó sonriendo- ¿A qué mola un montón?
¿Cómo pude dejarme engañar tan fácilmente? ahora estaba acabado, y la rabia que sentía no podía describirse.
Vencido por una niña pequeña... ¿Podía haber algo mas patético?
El hielo llegaba ya casi por mi pecho. Suspiré, y pensé por un momento; no estaba todo acabado.
-¡No pienso rendirme! -La chica me miró- ¡Este no es tu golpe final!
Cerré los ojos y me concentré como nunca. Dejé de respirar, concentré toda mi mente y mi energía. Me quedaban unos segundos antes de morir congelado,engañado y humillado.
A mi al rededor ya no había nada, mi cerebro solo estaba centrado en una cosa.
-''Vamos....''
El hielo ya casi me cubría por completo... me dio un ataque de histeria, me tragué las ganas de llorar y descargué todo.
Mi poder,
mi energía,
mi mente...
y mi fuerza.
-... ¡¡Corta-viento!! - Del mismo grito todo aquel lugar vibró. El cuchillo de poder salió de mi cuerpo con mas fuerza que la anterior y se hizo mucho mas grande. Destruyó el hielo que me rodeaba y todos los que había por el paisaje creados por la niñata.
Con rabia, me acerqué a ella corriendo. Extendí la mano haciendo aparecer la espada y se la clavé en el corazón tan rápido que no le di tiempo a que se concienciara de cómo sus planes se habían chafado en pedazos.
-¡Muere, puta!
Clavé mas y mas hondo la espada, la sangre empezó a surgir lentamente. El tiempo se paró.
Me tiré al suelo arrodillado, suspiré y saqué la espada del cuerpo de la cría.
Oí sus últimos gemidos que trataban de decir algo.
Cerré los ojos intentando no ver esa horrible imagen, se me escaparon unas lágrimas y volví a levantarme sin mirar atrás.
Todo desapareció en un momento. Volvía a estar en la isla, al pie del lago.
¿Había acabado ya todo...?
Miré a mi derecha, un enorme portal rodeado de luz elemental azul estaba allí.
-''La salida...''-Corrí hacia él desesperado. Sentí el dolor de cabeza y de los huesos rotos otra vez. No solo había sido un sueño. - ''Nami.. voy a verte otra vez...''
Atravesé el portal, corriendo, llegué a algún lugar después de un casi infinito pasillo blanco, y sentí un frío horrible.
Todo mi al rededor era de hielo, caían ligeros copos de nieve, y allí volvía a estar Nami. Esta vez era la de verdad, debía estar en la isla de hielo.
Nami estaba sentada en el suelo mirando al cielo y cogiendo los copos de nieve.
-Bienvenido... -Dijo sin mirarme- Has pasado la prueba.
Ficha de personajes nº2
- kouji Damar
- 17 años
- Pasota, distraído y egoísta. No se toma nada en serio.
- Le encanta el rock, la fiesta, la bebida y el tabaco. Todo tipo de chicas mientras sean atractivas.
- Odia a la gente repipi y cursi.
- Poder: Aire.
- Rin
- 19 años
- Tranquila y amable. Atenta e inteligente.
- Le gustan los lugares tranquilos y el cine.
- Odia el desorden y la gente que molesta a los demás.
- Poder: tierra
- Takewara Saroku
- 17 años
- Serio,intelectual, culto y observador. Solo habla cuando tiene algo que decir.
- Le gusta la lectura y el silencio.
- No odia nada en especial.
- Poder: Hielo
- Tsuki Aoi
- 15 años
- Malhumorada e histérica. Tiene sus momentos de dulzura. No suele ser sincera consigo misma.
- Le gustan los perros, la lectura y el chocolate.
- Odia a la gente que no se altera por nada y que le griten.
- Poder:Agua
- Takewara Ayome
- 16 años
- Alegre e hiperactivo, nunca deja de sonreír e intenta que los demás también lo hagan.
- Le gustan sobre todas las cosas las chicas moe, los dulces y el hip-hop.
- Odia despeinarse y la gente que no muestra interés por nada
- Poder: fuego.
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