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viernes, 20 de agosto de 2010

-Fic- 13 Muertos. [3]



Silencio.  Silencio muy incómodo.
Estábamos sentados en una gran sala que solo tenía un sofá enorme en su interior, todos, excepto Nami. Se situaba de pie en medio de todos mirando a algún punto indefinido de la habitación. Me pregunto en qué estaría pensando y por que siempre estaba tan ausente.
Esperábamos una respuesta a su aparición repentina, ni siquiera Kurogane parecía entender algo. 
-¿Y bien...? - Kuro se levantó y se acercó a ella. - ¿Quién eres?
- Nami.
- ...  ¿Y por qué estás aquí , Nami?
Kurogane la miró de arriba a abajo analizándola. Parecía no poder leer nada de ella.
- Porque debo estar aquí. -Afirmó Nami con seguridad y sin dar esperezas de decir nada mas.
Kuro sonrió y se giró con sutileza hacia nosotros, nos miró, y volvió a mirar a Nami.
-Eres una chica muy interesante... ¿vienes conmigo? -Le extendió la mano. Nami la observó con la mirada.
-Kurogane ¿a dónde la vas a llevar...? -Preguntó Yuki preocupada. Lo estaba pasando mal al no entender lo que su mejor amiga quería.
-A un sitio seguro -sonrió plenamente- a hacerle cosas oscuras.
-¡¿EH?!- Yuki se levantó histérica- ¡No! ¡Esas cosas solo puedo hacérselas yo!
-Silencio-
Nami se acercó a Kurogane y le miró indicándole que le seguiría. Kuro se agarró la túnica por el pecho con las dos manos y la miró con cara de ganador (imbécil...¡¿qué quería hacerle a  MI Nami?!) 
-Vamos.
Ambos abandonaron la inmensa sala.
Por unos segundos la habitación se inundó de un silencio incomodo que Takeru rompió hablando por primera vez.
-Tíos... ¿Por qué está pasando esto..?  es muy surrealista... hasta hace poco estábamos tomando algo en la cafetería... yo quiero volver.
-¡P-pero Takeru-kun! ¡Aceptaste cuando Kurogane te lo pidió, ¡tenemos que salvar el mundo! - Yuki se acercó a él y le miró con decisión.   Takeru agachó la cabeza ruborizado y con inseguridad. Realmente lo estaba pasando mal...
-Pero Yuki yo...
-¡Estaremos juntos! ¡Si de verdad todo esto es real y nos necesitan ¿Por qué no hacerlo? !   ¡¡Será divertido!! ¡y seremos únicos, nuestro secreto!- Yuki le agarró la barbilla a Takeru levantando su mirada y cruzandola con la suya- ¡estaremos juntos, de verdad!
Takeru desprendió una media sonrisa que nos hizo al resto sonreír también.  Yuki tenía razón. Si todo esto era real, si de verdad eramos poseedores de un poder elemental y podíamos salvar el mundo con ello, lo teníamos que hacer. Ahora lo único que me preocupaba era Nami, y qué demonios estaría haciendo el imbécil pervertido de Kurogane, agh.
Al cabo de unos quince minutos, nos quedamos todos dormidos en los sillones de esa enorme habitación casi sin darnos cuenta. Yuki y Takeru estaban abrazados, y él parecía mucho mas tranquilo.  Yu... no sabía que pensaba de todo esto, pero creo que no pensaba echarse atrás.
Cuando desperté, mi algo borroso delante mía. Unos ojos grandes, una sonrisa... espera.
-¿¡Qué haces Kurogane?! -Me retiré hacia atrás asustado- ¿¡QUÉ HACES MIRÁNDOME ASI MIENTRAS DUERMO!?
-Joo ¡es que estabas tan moonoo...! publicaré las fotos en internet para que las veas.
-¡¿L-las qué?! ¡Maldito gay!
-Ngh... ¿Qué ocurre?... -Yuki se despertó y se froto los ojos (dios, que mona joder), lo observó todo - 
- ¡¿EH?! ¿¡P-pero qué?!
-¿Qué ocurre Yuki? -Pregunté preocupado apartando a Kurogane y acercándome a ella.
-¡Y-Yakei!¿¡  q-qué...?!
-¿¡Qué pasa Yuki?!
-¡¿Dónde estamos?!
-.... Y-Yuki...
 Yuki se echó a reír.
-¡Qué cara has puesto Yakei! 
No pude evitar sonreír yo también. Realmente esta chica transmitía felicidad y tranquilidad.
Takeru se despertó y se levantó lentamente.
- ¿Y el desayuno..?
-silencio-
el idiota de Kuro aprovechó el estado de Takeru y le abrazó por la espalda apoyándose en su hombro.
-Buenos días... cielo... - ¡¿Le estaba mordiendo la oreja..?!
-Buenos días...  - Takeru le miró -  ...
Kuro sonrió, bueno, mejor dicho no dejó de hacerlo.
- ¿P-podéis parar de hacer cosas tan gays...? -Estas cosas me debilitan tío T.T-  ¡Ademas! ¡Es de noche! ¡¿Por qué os dais los buenos días?! - Me giré con la intención de borrar esa espantosa imagen de mi cabeza y me encontré con Nami mirándome sin ninguna expresión. Me quedé parado mirándola sin esperarmelo.
-¡N-Nami...!
Señaló a Yu que estaba dormido aún en uno de los sillones.
-¿Q-qué le pasa a Yu? ... -Nami seguía mirándome sin decir nada y señalando le sin mover la mirada de mi.
-¿Le despierto..? ¿quieres que le despierte? - ¿¡por qué estaba riéndome como un gilipollas?! maldita adolescencia.
Nami asintió . Así que quería que le despertase.
-¡Oh, es verdad! -Kuro se despegó de Takeru y dio una vuelta para lucir el movimiento de su pelo y su túnica en el aire... dios que asco de tío- ¡Tengo que hablaros de algo! ¡necesito que él se despierte! - Caminó hacia él con un baile muy gay y le acarició la cara cuando llegó.
-Yu... -le susurró con un asqueroso tono homosexual- Yu... despierta..
Yu abrió lentamente los ojos y se quedó parado mirándole.
-Kurogane... apártate por favor.
-¡Bueno! ¡Ya estamos todos! -Kurogane volvió a dar otra vuelta- ¡tomad asiento!
Cuando dejó de hacer el espectáculo y se sentó con mas o menos ''seriedad'', comenzó a hablar con un tono muy serio puesto a posta. 
-Bien chicos, he hablado con la princesita Nami - ¿¡Princesita Nami?! -  Y he conseguido averiguar la verdad.  Resulta que la piedra elemental del hielo, es la que une la fuerza de todas las demás. No sé por que ella lo sabe ni por qué maneja un poder como ese, pero sin Nami, no podemos atacar en ningún momento. Con el tiempo intentaré descubrir todos los detalles, mientras tanto os quedaréis en mi castillo a vivir por un tiempo.
-Pero Kurogane, ¿cuándo tendremos que atacar? - Preguntó Yu con decisión.
-Bien, a eso iba ahora. La guerra a terminado, en una hora y media, han conseguido acabar con millones de vidas de todos los mundos y con casi la tierra entera.
-¡¿Q-qué?! -Yuki se levantó.
-Tranquila, los humanos están a salvo creo que casi todos. He decidido convocar una reunión con los representantes de casa mundo y les he anunciado a todos que estoy dispuesto a compartir la magia elemental entre sus mundos siempre que terminen con la guerra y los ataques, y la utilicen para sus recursos igual que en Light Elements.
-¿Entonces no tenemos que seguir con esto? -Suspiré de alivio y miré a Nami de refilón, que en milésimas me devolvió la mirada con indiferencia.
-Bueno... debería ser así , pero hay un Dios muy particular que no se rinde.
-¿¡Quién!? ¡yo me lo cargo! -Gritó Yuki decidida.
-Es Getsu-Sama, Dios del mundo Darkville, el mundo de la pobreza y la guerra. Él dice que está claro que ningún mundo sabrá usar la magia si no es de manera egoísta, y que piensa luchar para conseguirla.  Tiene fama de ser un tipo muy sucio y capaz de hacer cualquier cosa por conseguir lo que desea, tenemos que estar alerta a sus ataques.  Supongo que si os entrenáis seremos capaz de vencerlo fácilmente.


Todos nos quedamos en silencio.
-Hagamoslo.
Miramos a Yu.
-Hagamoslo y terminemos con ésto cuanto antes. ¿No estáis conmigo? 
Lo pensé por un momento.
-¡Es verdad! -Me levanté imitando a  Yuki con decisión- ¡Tenemos magia tíos! ¡Vamos a cargárnoslo!
Yuki sonrío y Takeru agachó la cabeza.
-¡Oh! ¡Mis niños! ¡Como me alegro de que hayáis crecido tan sanos! - Kuro hizo como que lloraba de emoción, y pasando todos de él nos levantamos.
.¿Qué hora es? -Preguntó Yuki a Kuro.
-Aquí no hay horas. Noche y día, simplemente, la gente duerme por la noche y vive por el día sin preocuparse de un horario.
-¡Pues menudos irresponsables! ¿Y ahora como sabemos a que hora tenemos que irnos a ...
-Cállate Yakei, asi es mejor. ¡Somos libres!- Me interrumpió Yu apoyándose en mi hombro y mirando a un horizonte inexistente.
-¡y viviremos en un castillo! ¡Sin estudiar, y sin padres que nos manden a la cama! - Yuki se unió a Yu.
Observé a Nami y a Takeru. 
Takeru estaba de pie con las manos en los bolsillos y la cabeza agachada y Nami seguía en su mundo inalcanzable. De alguna manera se parecían...
-Bueno chicos, mis nenas favoritas os enseñarán vuestras habitaciones. -Kuro se rió con superioridad.
-¿Tus nenas...? - le miré con asco- ¿¡Tienes criadas!?
-¿¡ Cómo te atreves a preguntarme eso niñato insolente !? ¡Pues claro que tengo! pero ahora no las molestaremos, os voy a presentar a mis ayudantes preferidas. ¡Pasad!
Se abrió la puerta con un ruido muy fuerte y molesto y entraron andando rápido dos chicas. Por lo que se veía de lejos, ambas eran delgadas, una de ella alta y la otra parecía una niña pequeña. Se acercaron.
Eran rubias con gafas, se daba por hecho que eran hermanas pues se parecían muchísimo. La hermana mayor tenia el pelo por los hombros y vestía con un traje de chaqueta y pantalón blanco y una corbata morada, al igual que la pequeña (esta tenia el pelo cortito) que se diferenciaba por llevar una minifalda. Eran muy monas.
-Oh Kurogane, no puedes vivir ni un segundo sin mi ehh... -Dijo la mayor  con tono engreído acercándose a él y abrazándole.
-Claro que no mi niña. Chicos, esta es Kiseki, mi ayudante mas leal y divertida, en todos los sentidos... -la miró sonriendo y está le pego un puñetazo en la barriga que pareció incluso dolerme a mi.
-¡Encantada chicos! -nos dijo con una amplia sonrisa.
-¡Que maja! -grité y me acerque a abrazarla (siendo correspondido) - me ha molado el puñetazo que le has dado a Kuro.
-Ja,ja,ja -Kuro rió como un anciano- esta juventud... 
-Acostúmbrate rubito - ¡me llamó rubito!- este imbécil se lleva mas de una hostia por mi parte.
Me sonrió dulcemente.
-¡Yo soy Sai-chan! ¡Encantada! -Dijo la pequeña con una gran sonrisa. Tenía cierto parecido a Yuki, la cual saltó a abrazarla en cuanto la vio.
-¡Kyah! ¡Pero qué monada dios!
Sai se ruborizó.
-Bueno, acompañadme.- Kiseki empezó a andar.
Seguimos a Kiseki y a Sai hasta un pasillo enorme lleno de habitaciones.
-Aquí os dejamos, todas las habitaciones de aquí están libres y tienen de dos a tres camas, asi que ¡a disfrutar! cuando os despertéis, llamadme y os atenderé para lo que queráis - Hizo una reverencia- ¡Buenas noches!
-¡Buenas noches Kiseki! - Todos correspondimos a la reverencia excepto Nami.
-¡Takeru! ¡Vamos a esta habitación! - Yuki agarró a Takeru y le metió en una habitación aleatoria.
-Vaya, vaya... -Yu sonrió- Parece que al idiota de Take no le van mal las cosas. Yo duermo solo en otra habitación si no te importa, primo. Buenas noches.
-Buenas noches Yu -Nos dimos un puñetazo cariñoso en el hombro.
Cuando quise darme cuenta, Nami ya se había metido en alguna habitación que no pude ver. Abrí la puerta de una cualquiera y me introduje en ella. Era enorme y de color verde claro, contrastado por las sábanas y las cortinas de color azul. Tenía tres camas, me tiré encima de la del medio y miré al techo.
-''Esto es tan extraño...'' -Pensé- '' Todo ha sucedido demasiado rápido en unas horas...''


Pasaron unos cuarenta y cinco minutos aproximadamente hasta que empecé a dormirme. Casi estaba sumido en un sueño en el que corría para alcanzar a Nami, pero cuando estaba a punto de cogerla volvía a alejarme sin querer, era angustioso. De repente, escuché un ruido, como el crujir del suelo levemente y me desperté, no estaba solo allí. Levanté la cabeza y analicé la habitación de un lado a otro.   Nada.
-No tengas miedo... - Oí susurrar cerca de mi oído. Me estremecí y se me cortó la respiración.
-No tengas miedo... chico... estás a salvo...
La voz era sádica, con un tono muy suave y masculino. No parecía humana.
Nervioso, intenté encontrar el interruptor de la luz por la pared golpeando todo lo que tocaba y cuando lo conseguí, le vi delante mía.
Pelo negro tapándole los ojos, piel blanca y desnuda por el pecho y ropas negras. Sentí la necesidad de acercarme a él.
Sentí la necesidad... de salir de allí con él.

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