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viernes, 27 de agosto de 2010

-Fic- 13 Muertos. [5]



/Narra Yakei.




Y allí estábamos, con nuestros trajes negros y nuestras nuevas armas, en los jardines de un palacio lleno de Oro y luz, y liderados por ese Dios de la oscuridad, tan perverso, tan jodidamente cabrón... 
Nuestra posición parecía incluso preparada, nos situábamos en el centro del jardín rodeados por miles de guardias de túnicas blancas.  
Getsu-Sama con su pecho descubierto y su larga túnica negra abierta, estaba delante nuestra con una media sonrisa amenazadora hacia los guardias. No podían verse sus ojos, ya que estaban tapados por el largo y negro flequillo que los cubría.
Justo detrás suya, a pocos centímetros, estaba yo, empuñando mi espada como amenaza y sin mover ni un solo músculo de mi cuerpo. Movía la mirada de un lado a otro por si alguno de los enemigos se atrevía a acercarse.
Mi ropa era negra con detalles verdes azulados. Chaqueta, capa y pantalón, el pecho cubierto con una venda blanca. Solo mostraba mi cara y un poco el cuello, el resto del cuerpo estaba cubierto.
La espada que obtuve era genial, de unos 120 centímetros y hierro puro, con un largo lazo verde atado.
Me sentía más que fuerte con el equipo completo, capaz de destruir todo un mundo. 
Nami estaba casi a mi lado a la derecha, un poco mas atrás. Su aspecto era ideal para una protagonista de un anime de terror, parecía la perfecta villana.
Llevaba una camiseta y falda negras, con detalles en rosa. Medias por el muslo y botas negras altas. 
Su arma era un enorme báculo negro con lazos rosas. 
Ella miraba a Getsu controlando sus movimientos para saber cuando actuar.
Yuki, Yu y Takeru se situaban atrás. Los tres estaban también vestidos de negro, Yuki con detalles naranjas, Yu rojos y Takeru celestes. Creo que los colores representaban nuestros elementos...
El arma de Yuki era una barita como las de las magical girls, naranja y con pétalos de margarita.
Yu tenía una ametralladora negra y Takeru dos cuchillas que a simple vista parecían normales.
Esto me flipaba, siempre había querido tener una espada de verdad en mis manos, y nuestros trajes eran tan flipantes... ¡ parecíamos de un jodido manga shonen! ¡Que pasada!  ojalá Nami llevara ropa mas ligerita...


Pero... si os preguntáis como acabamos en el castillo de Kurogane con intención de atacarlo...
La primera noche que dormimos en este castillo, Getsu apareció por mi ventana y con alguna magia extraña me atrajo a él...  Cuando quise darme cuenta, no solo yo estaba en un horrible y oscuro palacio lleno de sombras y gritos, Nami y los demás estaban allí encadenados y enjaulados, pero todos bajo las ordenes de Getsu-Sama. En mi cabeza mi único objetivo era asustar a Kurogane porque le había robado la magia a mi amo... luego descubriría que Getsu nos lavó del cerebro de alguna manera a todos para hacernos suyos y conseguir las piedras elementales de Light Elements. Para ello debíamos vencer a todos los habitantes de este mundo y también a los representantes del resto de mundos que habían decidido compartir la magia entre todos. 
Por algún motivo Nami no parecía tenerle el respeto absoluto que teníamos el resto por Getsu-Sama.
Después de lavarnos el cerebro, Getsu nos dio las ropas y las armas y las llenamos de poder juntandolas con nuestra fracción de piedra elemental. Nos explicó lo que debíamos hacer y recibimos un nombre; ''Trece muertos'' 
Hasta ahí yo había disfrutado bastante, el hecho de estar en un bando tan guapo como este y tener nuestras propias armas ya me flipaba, además estaba con Nami y la podría ver en acción capturando a ladrones y asesinos, no podía mas con los nervios.
Pero... cuando Getsu-Sama nos explicó el significado del nombre de nuestro bando... 
todos pensamos en rendirnos.
-¿Por qué ''Trece muertos''? - Preguntó Yuki observando con curiosidad su nueva arma mientras caminábamos hacia el castillo de Kuro.
-¡Eso! ¿y por qué los trajes oscuros? ¿¡Somos ninjas o algo asi!?-Grité yo ilusionado. 
-¿Ninjas? -La voz de Getsu era suave y casi silenciosa. Siempre hablaba jugueteando con las palabras y con cierto tono de sarcasmo. Jugaba con la vida, jugaba con todo su al rededor - Podemos ser ninjas si queréis... jiji, pero lo nuestro es mas genial...  -Mostró una de sus medias sonrisas. Nunca enseñaba los dientes.
-¿Más genial? -Yu frunció el ceño.
-¿No os gustaría... la idea de ser asesinos?-Rió juguetonamente mientras seguía caminando lentamente arrastrando su túnica negra- ¿Matar a gente? ¿Llevaros toda su vida y sus recuerdos por delante?
Me estremecí, no podía estar hablando en serio.
-¿Matar a gente...? -Yuki sonrió nerviosa- Debe ser una broma. Les atacaremos si nos atacan, p-pero matar gratuitamente no, ¿verdad? ¿¡verdad!? -Se aferró al  brazo de Takeru, que miró a Getsu sorprendido.
Getsu sonrió plenamente (pero sin enseñar los dientes) y se detuvo. Nos habían rodeado guardias casi sin darnos cuenta nada mas entrar en el terreno de Kurogane. Estos se pusieron en posición.
-Trece personas... esa es vuestra misión.
Nos miramos los unos a los otros, excepto Nami, que seguía con la mirada a Getsu-Sama.
-¿Trece personas...? ¿Que significa eso? - Preguntó desanimado Takeru mirando al suelo.
-Que os tenéis que cargar a trece personas, como mínimo, para cumplir la misión.
-¡¿Estás loco?! ¡¿Aunque no nos hagan nada?!-Me atraganté al tragar mi propia saliva y empecé a toser.
-Oh vamos... no os pongáis nerviosos. Solo serán unos pocos idiotas que estorbarán en nuestro camino...
-¿Nuestro camino?... -Yuki temblaba.
-Claro, recuperar lo que nos pertenece, ¿habéis olvidado que esos ladrones me han quitado lo mas valioso que tenía?
Nos volvimos a mirar todos, esta vez con rabia. Getsu se giró hacia nosotros con una de sus medias sonrisas.
-Vamos.
La voz de Nami pareció retumbar.
-¿¡Qu... -No podía creerlo.
-Vamos, matemos a esas personas y terminemos con esto. 
-Nami no puedes estar hablando en serio, son personas y nosotros no somos asesinos. -La miré con desesperación, pero ella seguía mirando a Getsu con profundidad,como si este le impusiera respeto.
Getsu se giró hacia Nami y se acercó a ella, los guardias parecían a punto de explotar. Supongo que al vivir en el mundo de la luz y la paz, les estaba prohibido atacar gratuitamente.
-Tú... me gustas. -Getsu miró de arriba a abajo a Nami..(a MI Nami) y le tendió la mano. 
Ella la miró. - ¿Me acompañas?
Nami agarró su mano, joder,no podía creerme lo que veía. Ambos se acercaron a los guardias.
-Apartad -Getsu habló con tono de superioridad pero siempre juguetón. Que coño, hablaba vacilando a todo el mundo. Creo que este tío era un cabrón de los que ya no quedaban... 
pero me gustaba mas que el idiota creído con aires de superioridad de Kurogane.
Los guardias se miraron y apuntaron con sus armas a Getsu y Nami.
-Oh... Asi que os gusta jugar...
Uno de los guardias se acercó mas a él con el fin de arreglar las cosas sin violencia.
-Por favor, marchaos de aquí, no tenemos nada que ofrecerles. Después de la guerra que hemos producido pedimos mil disculpas, pero ahora estamos intentando solucionar el caos que hemos creado, asi que si no le importa...
-Oh... caos... -Getsu miró a Nami (no se como coño veía algo con todo el flequillo en los ojos)-  Dime Nami, ¿te gusta el caos?
Nami no respondió nada, siguió mirando al vacío sin soltarse de su mano.
-A mi amiga le gusta el caos... nosotros queremos mas caos...
El guardia le miró con furia.
Yuki se acercó a mi y me miró preocupada, le pasé la mano por el hombro y la apoyé en mi pecho. Yo también estaba bastante mal, pero no quería que cundiera el pánico entre todos. 
-Por favor, abandonen el lugar- Insistió el guardia.
-¿eeh? Joo nosotros queremos jugar más... queremos probar ese caos del que hablas.
-Para ya Getsu, nosotros no vamos a matar a nadie. Hablamos de lucha, no de...
-¿Prefieres morir tú? -Me cortó él.
-¿Qué?
Se giró hacia mi.
-Os encomendaré una misión siempre que vea necesario atacar. Si en esa misión no matáis a trece personas en el tiempo estimado, moriréis vosotros. En eso consiste vuestro nuevo trabajo. Y estáis a mis ordenes porque yo os salvé de la catástrofe que había en vuestro mundo y puse a salvo  a vuestras familias. Kurogane solo quiere quedarse la magia para destruir a toda la humanidad, ¿De verdad vais a dejar que eso ocurra solo por no querer matar a toda esta gente innecesaria? ¿A todos estos asesinos?
Yu dió un paso hacia él y se puso en posición ataque.
-¡P-primo!-Le miré desesperado-¡Tú no...
-No nos queda otro remedio Yakei -Me sonrió tristemente, pero siempre decidido- Es nuestra misión. No voy a dejar que muramos por culpa de unos asesinos que quieren destruir la humanidad, el mundo que nosotros hemos formado.
Takeru le miró y se acercó a él, tomando también posición, y Yuki tras unos segundos de silencio y angustia, les imitó.
Suspiré, puede que esto solo fuera una pesadilla y acabara pronto, y si para hacer que terminase debía cargarme a todo un mundo y un gobierno que está destruyendo la humanidad... bueno, tendría que hacerlo.
Getsu sonrió mas convencido que nunca y susurró una risilla traviesa.
-¿No vais a apartaros...? -Dijo imitando tono de niño pequeño.
Los guardias enfurecidos se acercaron mas a nosotros cerrando el círculo enorme donde nos tenían rodeados.
Getsu agachó la cabeza y se echó para atrás su larga túnica mostrando un enorme bastón negro oculto que alzó en el aire en milésimas de segundo. Señaló a cada uno de los guardias con él moviendolo en circulo.
Estos le miraron sin miedo y se fueron acercando mas a nosotros.
No se cuantos segundos transcurrieron desde que Getsu alzó con firmeza el bastón y se agachó clavandolo en el suelo, pero lo que esto produjo nunca se irá de mi mente.
La tierra, por detrás de los guardias, empezó a hacer agujeros de los que salía una sustancia negra extraña que parecía estar ardiendo. 
Los guardias se giraron asustados y ésta sustancia tomó forma agarrándoles y extrangulandoles. La piel de los guardias se fue oscureciendo hasta ser casi por completo negra, y en milésimas, sus cuerpos se desintegraron y desaparecieron por los agujeros del suelo, que se cerraron una vez terminada la faena.
Nos quedamos todos petrificados. Una gota de sudor acarició mi cuello y podía oír la respiración cortada de mis compañeros, y mi corazón acelerado incluso me hacía daño.
La sensación de terror y angustia que sentía en ese momento es imposible de describir, de definir... incluso difícil de sentir con facilidad.
Ver como esos miles de hombres morían ahogados por... por una especie de bicho oscuro que les envenenó hasta hacerles desintegrarse y desaparecer entre la tierra... como si no fueran nada, como si no valieran mas que unos granos de arena. Fue tan impactante...
-¿¡Q-qué ha pasado!? ¿¡Cómo has hecho eso!? -Estaba apunto de empezar a llorar.
Getsu me miró con desinterés y me mostró una de sus sonrisas.
De repente empezó a sonar una sirena muy fuerte. Hasta ese momento no me había percatado de la reacción de Nami. Seguía de pie mirando al infinito, ni siquiera parecía haber visto la escena tan dura que acababa de ocurrir ante sus ojos.
Soltó levemente la mano de Getsu y con lentitud acercó las manos a sus oídos. Parecía molestarle el ruido de la sirena, pero apenas reaccionaba.
-Oh, ¿te molesta este ruidito Nami? -El tono de Getsu por algún motivo, era cariñoso. Nami asintió- Bueno, tendremos que acabar con él.
Getsu nos indicó con la mano (sin molestarse en girarse para mirarnos...) que le siguiéramos, y empezó a caminar lentamente arrastrando la túnica por el suelo, hacia la puerta principal del castillo.
Yuki, Takeru,Yu y yo, seguimos a Getsu y a Nami con indecisión y miedo. ¿Qué iba a pasar? ¿De verdad ese mismo día nos mancharíamos las manos con sangre de personas quizás inocentes?
Cuando Getsu se acercó al pomo para abrir la puerta, esta empezó a abrirse sola lentamente.
-Posición... -Susurró Getsu-Sama- Es vuestra hora de luchar.
-P-pero ... ¡¿cómo lo haremos?! ¿Cómo usamos las armas...? -Cada vez sentía mas ganas de llorar.
-Posición, he dicho.
Nos miramos y nerviosamente optamos una posición de ataque.  Cuando la puerta se pudo abrir lo suficiente como para mostrar la luz del interior del palacio, vimos a otro equipo como el nuestro... nuestros rivales.
Un grupo de cinco chicos vestidos de blanco con muchas cruces en su vestimenta de diferentes colores, y con armas tan sorprendentes como las nuestras, estaban mirándonos con la misma mirada de terror que teníamos nosotros. 
Kurogane se acercó sutilmente y con ese aire creído de siempre a Getsu y le tendió la mano.
-¡Getsu-Sama! ¡Cuánto tiempo!
Getsu pareció enfadarse, me pareció extraño teniendo en cuenta lo tranquilo que es, pero con el imbécil de Kurogane...
-Oh, ¿no me coges la mano? jo... - Kurogane se echó el interminable cabello hacia atrás y sonrió - Bueno, si lo que quieres es pelea... adelante.
Se apartó a un lado e indicó a Getsu que se apartara con él.
-Ahora les toca a ellos.
El que parecía ser el cabecilla del otro grupo, estaba sonriendo con mirada de ilusión. ¿Por qué parecía tan contento? era muy rubio, mucho mas que yo, llevaba un ojo tapado con el pelo y un esmoquin blanco con sombrero de copa. Tenía pequeñas cruces rojas por todo el traje.
-¡Encantado! ¡Soy Ayome!-Exclamó entusiasmado sonriéndome- ¡Espero que nos llevemos bien!
-eh... si... -Parecía buen chico pero.. ¿¡qué estaba diciendo!? eramos enemigos... 
oh dios, no había caído en que tendría que cargarme a este chico, un chico que parecía tan majo... joder. 
A su lado había una chica que vestía con un traje largo y una capa blancos con grandes cruces celestes. Tenía el pelo largo y unas tetas que... joder, que suerte las buenas vista que estaba teniendo últimamente, realmente a esa tía le echaría un polvo... pero eso no era lo importante ahora, dios. 
Otro de ellos llamaba mucho la atención, pues su tono de pelo, ojos,piel y la túnica blanca, le hacían casi invisible. Tenía la mirada fija en nosotros, y un rostro serio y sereno.
Detrás, una chica de pelo rosa (mas corto que el de mi Nami) y ojos profundos, sonreía levemente muy tranquila. Había un quinto, un chico con pintas de chulaco que nos miraba con indiferencia.


Kurogane tragó saliva y tomó aire.
-¡Qué empiece la lucha!
Ayome se acercó a nosotros corriendo.





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